BÉLGICA
La gastronomía
de Bélgica está muy influenciada por la cocina francesa y, durante los
últimos años, también por otras cocinas internacionales y mundiales
En Bélgica
hay considerables diferencias en la cocina nacional a pesar de ser un país tan
pequeño. Tanto los flamencos como los valones han desarrollado cada uno sus
propias recetas regionales.
El plato que más me ha
llamado la atención son las Patatas fritas con carbonada (stoofvlees met
frieten), estofado de ternera hecho con cerveza negra. Lo puedes obtener en las
frituur o en los restaurantes.
Otro plato muy conocido en Bélgica son las
envidias rellenas de jamón, cubiertas de salsa bechamel y gratinadas al horno.
Y por último el plato belga más típico: los
mejillones con patatas fritas.
CROACIA
La gastronomía de Croacia es conocida como una cocina de
regiones, pues varía según la zona en la que nos encontremos.
La región continental de Croacia tiene, entre otras cosas,
una gran variedad de carnes de cordero, cerdo o vaca cocinadas en guisos o al
asador, y que se sirven con arroz salteado con verduras.
Una comida muy típica es el chucrut, que se
prepara con carne de cerdo y está muy solicitado por los turistas.
Los postres y los platos dulces son otros de
sus puntos fuertes. Los más destacados son el strudel o savija y el arrollado
de nueces u orenhaja.
DINAMARCA
La gastronomía danesa está
muy influenciada por la cocina francesa. También influyen en ella otros países como Italia. Estas son
algunas de las recetas más conocidas en Dinamarca:
Smørrebrød: Es un plato muy tradicional,
conocido y sencillo. Consiste en una rebanada de pan negro, untado con
mantequilla y con lonchas de queso, jamón y pescado y acompañado d una
guarnición.
Gravad laks: Se trata del salmón rosado curado en salazón y
marinado en eneldo. La preparación dura entre 4 y 5 días y se sirve con una
salsa dulce de mostaza
Hvid labskovs:
Este plato lleva estofado de ternera hervida y cortada en trozos, servida con
laurel, patatas y pimienta.
GRECIA
La gastronomía
griega es típicamente mediterránea, y comparte técnicas e ingredientes con
Italia. Algunos de sus platos más conocidos son:
La gemistá: Es
uno de los platos griegos más típicos, y suele llevar pimientos y tomates
rellenos de arroz con especias variadas que se cocinan al horno. Es una receta
con muy pocas grasas y calorías.
La fasolada: Es un plato muy conocido
dentro de la cocina griega y se prepara con legumbres y verduras. También se le
conoce como la comida nacional de los griegos. Es muy nutritivo, y al igual que
la gemistá, bajo en grasas.
Horiatiki Salata: La Horiatiki Salata o ensalada griega
clásica, es uno de los platos griegos más tradicionales. Estos son algunos de
los ingredientes con los que se prepara esta receta: tomates cherry, pimiento verde,
cebolla morada y queso feta.
SUECIA
La gastronomía sueca es muy similar a la de Dinamarca y Noruega. Abundan platos con
grandes variedades de pescado, patatas, coles y nabos. Estos son algunos de los
platos más típicos de Suecia:
Köttbullar:
Es la comida más conocida de Suecia. Son unas albóndigas de carne, que se
diferencian de las del resto del mundo por llevar ingredientes diferentes y
unos acompañamientos muy llamativos y significativos.
Pölsa: Es otro plato tradicional de Suecia y está elaborado con vísceras.
Algunos de sus principales ingredientes son: carne picada de ternera, hígado,
corazón y cebolla.
RUMANÍA
La gastronomía
rumana es muy variada en sus
platos y en sus tradiciones, tiene algunas influencias de la cocina de otros
países vecinos como la cocina
alemana, cocina serbia y la cocina
húngara. La cocina rumana es una de las más variadas de la Europa del Este. Las razones de tal
variedad se encuentran en la historia del país.
El plato típico de Rumania es la Ciorbă, una sopa consistente que puede
llevar pollo, ternera, pescado o verduras. Las
sopas suelen acompañarse de una guindilla verde en crudo y de smântâna, (una nata gruesa y un poco agria con la
textura del yogurt).
Otro plato típico es el sarmale se
suelen comer en las celebraciones rumanas, en Navidad y en Semana
Santa. Suele cocinarse en grandes cantidades y para varias personas.
Se trata de una hoja de repollo en la que se enrolla una mezcla de
arroz, cebolla y carne. Después los rollos se ponen a hervir en una
olla grande de barro o en el horno dependiendo de la costumbre de
cada persona.
Y el tercer plato típico de Rumania es
la mămăligă es un pan hecho a base de harina de maíz, un
plato muy popular, de origen campesino, que suele acompañar a pescados y carnes.
Suele acompañarse con smântână
o con queso de oveja.
Las formas de cocinarla varían según el tipo de gusto de la persona. Es muy típica en la comida rumana y se suele poner como acompañamiento de algunos platos como el sarmale, de igual forma con el kačamak búlgaro.
HUNGRÍA
La gastronomía húngara es variada, con
tipos de comidas creativas. La cocina húngara es rica en aromas y sabores
picantes, el plato más conocido de esta cocina es el gulasch que reúne los sabores típicos de esta
cocina mezclados con su popular pimentón.
Se entiende por cocina húngara no sólo la que se circunscribe a Hungría sino que también a la de los magiares.
El plato típico es El gulash es un
plato muy popular en la cocina
húngara, también en los países vecinos, Eslovenia y otros de Europa central. El aspecto es parecido al de la carne
estofada, aunque también existe la sopa de gulash. Se considera como una comida
casera y sencilla, está compuesta por simples trozos de carne. Hay una gran
variedad de gulash, dependiendo de la región. Suele acompañarse de ensalada de
patata y perejil y comerse con pan, también con Spätzle, papas u otros alimentos de carbohidrato.
PORTUGAL
La gastronomía portuguesa puede
añadirse a la cocina mediterránea. La comida portuguesa gira en torno al pan,
el aceite y el vino. Existen influencias sobre todo en el uso de especias como
la canela, el pimentón y el piri piri. Una comparación con la cocina
mediterránea es el desconocimiento de cardo, lentejas y berenjena.
Se
emplea mucho el ajo, algunas especias como el perejil, el azafrán, el cilantro,
el coriandro y el jengibre en recetas tradicionales.
El plato típico de Portugal es: el
Bacalhau (Bacalao) es el plato más importante de Portugal, se consume en
grandes cantidades, y es fácil de encontrar en los restaurantes. El Bacalao
también se suele comer en Navidad, se cuece al vapor y se sirve con repollo,
huevos cocidos y verduras. Hay maneras distintas de preparar el bacalao, pero
eso según el gusto de la persona que lo vaya a preparar.
El caldo verde es también uno de los
platos más típicos de Portugal, es muy
apreciado en la cocina portuguesa .Se trata de una sopa elaborada
de un puré de patatas acompañado de col, que le proporcionan el color
verde característico, algo de ajo
y aceite de oliva. Se dice que es
originaria de la comarca del Miño.
Esta sopa es conocida también en Brasil.
ESTONIA
La comida tradicional de Estonia suele
emplear carne de cerdo, patatas y hortalizas.
Las tradiciones culinarias han recibido
influencias alemanas, la cocina de estonia era bastante limitada en productos,
los ingredientes típicos son el pan negro, el cerdo, el pescado, las patatas,
la col, los vegetales y productos lácteos. En la actualidad la gastronomía
estonia ha integrado estilos gastronómicos extranjeros.
· El plato típico de estonia es Silgusoust que es una especie
de arenque pequeño del mar Báltico que se suele acompañar con tocino de cielo en crema de leche
Otro plato
típico son las Pirukas que son unos pasteles o empanadas rellenas de zanahoria,
col y carne. Se suelen preparar fritos o al horno.
POLONIA
La
gastronomía polaca es una mezcla de gastronomías de alemán y eslavo. Se
relaciona mucho con la gastronomía eslava en el uso de la avena y otros cereales.
La cocina polaca es sustanciosa, rica y muy alta en grasas. Sus platos son
ricos en especias y en carne.
El
plato típico son los pierogi, es uno de los platos más conocidos de Polonia. Se
trata de pasta rellena de diferentes tipos y variedades de vegetal. Parecidos a
los raviolis.
Y
por ultimo otro plato típico de Polonia es el El borsch que es una sopa de verduras, generalmente hecha de remolacha que le dan un color rojo intenso
característico. Se puede servir tanto frio como caliente. El borsch caliente es
el más popular y el que contiene más ingredientes. El borsch frío suele comerse en diversas culturas,
como en la judía.